Es difícil imaginar que alguien que viaje a Guatemala deje el país sin cambios. El paisaje montañoso es sencillamente mágico, y la gente -un cuarenta por ciento de indígenas mayas- es cálida y de buen corazón. Puede que las playas de Guatemala no sean nada del otro mundo, pero el país ofrece muchas atracciones en el interior, y es probablemente el destino más popular para los viajeros a Centroamérica.
¿Dónde debo ir?
La ciudad de Guatemala es una de las más peligrosas de Centroamérica, y la mayoría de los viajeros guatemaltecos se dirigen directamente a Antigua. Antigua Guatemala, la vieja Guatemala, es la que más viajeros atrae al país cada año con sus calles empedradas, su impresionante arquitectura colonial y el telón de fondo de volcanes humeantes. Junto con Quetzaltenango, o «Xela», Antigua es uno de los destinos más populares para los cursos de español en América.
Las colosales ruinas mayas de Tikal, en la provincia norteña de Petén, son otro de los grandes atractivos de Guatemala. Las fachadas de los antiguos templos de Tikal son inolvidables, al igual que la experiencia de caminar de templo en templo a través de la enmarañada selva tropical, en la que a menudo resuenan las llamadas de los monos aulladores. La ciudad costera caribeña de Livingston es otro destino divertido, aunque sólo sea por el notable paseo en lancha a través de la selva tropical en el Río Dulce.
El espectáculo natural más impresionante de Guatemala es el Lago de Atitlán. El lago está rodeado de volcanes de color azul nebuloso y está rodeado por una docena de pueblos mayas. Las más visitadas son Panajachel, San Pedro la Laguna y Santiago, todas ellas con magníficas (y peculiares) vistas del lago. Asegúrese de hacer una excursión de un día al cercano pueblo del altiplano de Chichicastenango cuando es día de mercado (jueves y domingo). Aquí encontrará las mejores compras y la mejor comida callejera de toda Centroamérica, pero asegúrese de mostrar sus habilidades de regateo en Guatemala.
¿Qué puedo ver?
La impresionante belleza natural de Guatemala está presente en todas partes, incluso en las afueras de la contaminada Ciudad de Guatemala. Las ruinas mayas de Tikal son uno de los mejores lugares para conocer Guatemala en todo su esplendor: los templos tienen como telón de fondo una selva densa y florecida, y es habitual ver mariposas gigantes, grupos de monos y otros animales salvajes.
Para disfrutar de una de las mejores observaciones de aves del país, dé un paseo en lancha entre Río Dulce y Livingston, en la costa del Caribe. La selva tropical impenetrable se extiende a lo largo de ambas orillas y, si tiene suerte, podrá ver al esquivo manatí. Otra experiencia única es Semuc Champey, un puente de piedra caliza sobre un río caudaloso con piscinas de color esmeralda en las que se puede nadar.
¿Cómo puedo llegar y moverme?
El transporte de viajeros en Guatemala está dominado por una única y legendaria criatura: el pollo-bus. Los autobuses de pollos son claustrofóbicos, incómodos y a menudo malolientes. Si nunca has subido a un chicken bus, no has conocido Guatemala, además son muy baratos y van a todas partes.
Para los viajes largos, es comprensible que prefiera reservar un monovolumen, un minibús o un taxi. Para los viajes entre Ciudad de Guatemala o Antigua y Flores, la puerta de entrada a Tikal, se pueden reservar autobuses nocturnos de primera clase. Entre los países, Ticabus es la mejor opción. Si se quiere ir a Belice, se puede cruzar la frontera oriental en San Ignacio o tomar un barco desde Puerto Barrios, en la costa caribeña, hasta Punta Gorda.
¿Cuánto voy a pagar?
Viajar en Guatemala sigue siendo extremadamente barato. Es fácil encontrar alojamiento con baño privado, agua caliente e incluso aire acondicionado por menos de 10 dólares la noche. Por supuesto, las ciudades turísticas como Antigua son más caras. Además del quetzal, los dólares estadounidenses también son de curso legal en Guatemala, y muchos cajeros automáticos ofrecen ambos tipos de billetes.
¿Cuándo debo ir?
La Semana Santa de Antigua Guatemala es la fiesta más colorida del país. Si quiere visitarla, debe reservar con mucha antelación.
Cuando llueve en Guatemala, no sólo llueve. Los truenos surcan el cielo, el suelo se convierte en barro y el paisaje se desdibuja por las enormes masas de agua. Pero incluso en la temporada de lluvias (de mayo a octubre), los chubascos suelen caer por la noche y se han calmado por la mañana. Aunque en las tierras bajas puede haber bastante humedad, el altiplano de Guatemala tiene un clima fantástico durante todo el año.
