Quito es una ciudad sudamericana, casi tan grande como París, situada en los Andes ecuatorianos a 3.000 metros sobre el nivel del mar. Fue la primera ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, está situada en el ecuador y forma parte del Cinturón de Fuego. La ciudad también es rica en arte y cultura, con más de 60 museos y dos docenas de iglesias históricas. Y una cosa es segura: de camino a las Islas Galápagos, no se pierda Quito.
En cambio, tómese unos días para explorar esta emblemática ciudad. Tal vez se pare en el ecuador, suba en una góndola a un volcán, suba a una antigua iglesia, se monte en un tranvía y mucho más.
1. Visita La Mitad del Mundo
Quito es una ciudad situada en el ecuador, famosa por su interpretación del centro de la tierra. La Mitad del Mundo está situada en las afueras de la ciudad y es un centro científico, monumento histórico y orgullo geográfico, todo en uno. Aquí tiene la oportunidad única de poner su brújula a 00°00’00. O tomar de la mano a alguien de otro hemisferio. Incluso puede pasar horas en el parque con experimentos científicos, un planetario y un museo de arte precolombino. Además, podrá comer, beber y comprar sin salir del parque. Y no se olvide de conseguir ese codiciado sello en su pasaporte que demuestra que ha estado en el ecuador.
2. Tome el TeleferiQo hasta el volcán Pichincha
La capital de Ecuador es una de las principales ciudades del Cinturón de Fuego, donde la vida en los volcanes y el caos en el centro de la ciudad se combinan en una deslumbrante yuxtaposición. En Quito, el epicentro de la aventura comienza en el TeleferiQo, una góndola de cristal que le lleva desde el centro de la ciudad de Quito hasta los salvajes Andes en sólo 10 minutos. En la cima del volcán activo, pero actualmente inactivo, puede embarcarse en una caminata de cinco horas de altura hasta Ruca, uno de los tres picos del volcán. O simplemente puede disfrutar de las épicas vistas de una de las metrópolis más altas del mundo.
3. Jugando en el Parque Metropolitano del Sur
Si le gustan los espacios verdes, Quito le encantará. La ciudad cuenta con más de una docena de parques designados con kilómetros de senderos y bosques en los que perderse.
El más grande es el Parque Metropolitano del Sur, situado en el sur de la ciudad y que alberga unas sorprendentes 1.400 hectáreas en las montañas. Incluye sinuosas praderas y arboledas de eucaliptos salpicadas de orquídeas y flores silvestres autóctonas y más de 80 especies de aves. En su interior hay varios parques infantiles de madera, estaciones de ejercicio físico y 11 kilómetros de senderos escarpados.
Otros parques que merece la pena visitar en Quito son el Parque Metropolitano Guangüiltagua, el Parque La Carolina y el Parque La Alameda.
4. Suba las escaleras de la Basílica del Voto Nacional
Comience su exploración del patrimonio de la UNESCO de Quito con el punto culminante del horizonte, la Basílica del Voto Nacional. Es la mayor iglesia neogótica de América del Sur y se eleva 377 pies desde el centro histórico. La obra maestra arquitectónica, eternamente inacabada, se admira mejor desde el interior, donde encontrará 24 capillas diferentes, intrincadas vidrieras y singulares gárgolas inspiradas en animales ecuatorianos. Y si no tiene miedo a las alturas, definitivamente vale la pena subir a las torres y ver Quito desde el techo.
Pero eso no es todo. Hay al menos dos docenas de iglesias y conventos históricos en la ciudad vieja. Algunos de ellos merecen ser vistos, como la versión propia de Quito de la Capilla Sixtina en La Compañía de Jesús y el Monasterio de San Francisco, el más antiguo de Sudamérica.
5. Encuentro con el Ángel de Quito en la Virgen del Panecillo
La Virgen de Panecillo es un gigantesco homenaje alado a María, la madre de Jesús, que colma Quito con sus bendiciones. Llamada así por la colina en forma de pan sobre la que se encuentra, la Virgen de Pancillo mide 135 pies -más alta que el Salvador de Río-, la mayor estatua de aluminio del mundo y la mayor estatua de María.
Es una experiencia única subir a la colina y maravillarse con la construcción de parches de aluminio. Cuando esté allí, asegúrese de entrar en las torres que bordean el interior de la estatua. Allí conocerá datos fascinantes sobre los 125 años de historia de la estatua, su creación, su construcción y su significado actual.
6. Echa un vistazo al arte callejero de La Floresta
Si lo suyo es el arte, no puede pasar por Quito sin conocer la influencia del siglo XXI en la ciudad. Como muchos centros urbanos del mundo, Quito tiene una zona especial dominada por el arte callejero. Pero a diferencia de la atmósfera bohemia de La Ronda, La Floresta tiene un ambiente más elegante y exclusivo que se centra en el arte conceptual más que en el tradicional. Y si pregunta a un lugareño, es posible que le digan que ésta es la zona de los «artistas snobs». Aquí encontrará paredes, edificios enteros e incluso postes de luz adornados con pinturas de grafiti. Pero tal vez sean las mansiones históricas pintadas de colores vivos y las calles arboladas que serpentean alrededor de los estudios de arte de vanguardia lo que realmente distingue a esta calle.
7. Visita la Plaza de Independencia
La Plaza de la Independencia es la parte de Quito que le ha valido a la ciudad inca el sello de la UNESCO. La organización lo califica como «el centro histórico mejor conservado y menos alterado de América Latina».
Lo mejor es tomarse al menos medio día para explorar la Plaza de la Independencia. Comience con una visita a la Catedral Metropolitana y luego vaya de compras al Palacio Arzobispal. Si está allí el lunes, asegúrese de asistir al cambio de guardia en el Palacio de Carondelet a las 11 de la mañana. Después, podrá visitar el palacio y conocer al actual presidente, Guillermo Lasso.
8. Visita la Calle La Ronda
La calle La Ronda ofrece una visión indispensable del Quito moderno, donde la ciudad antigua choca con una metrópolis urbana. Construida originalmente por los incas como puerta de entrada entre Quito y Cuzco, a su alrededor se fue construyendo un barrio colonial.
Con el paso de los años, se convirtió involuntariamente en un centro de atracción para artesanos, músicos, sacerdotes, poetas y viajeros. Y hoy sigue siendo el centro bohemio de Quito. Aquí podrá pasear por las calles empedradas, visitar pintorescas galerías y observar a los artesanos trabajando. Pero aquí también encontrará una serie de pequeños pubs, buenos restaurantes y pequeñas y encantadoras capillas.
9. Compra de coloridos tejidos andinos
A la hora de comprar recuerdos en Quito, no hay mejor lugar que los mercados artesanales. Aquí encontrará coloridos ponchos de lana de alpaca, tapices tejidos, intrincadas cerámicas, pinturas andinas, sombreros de Panamá, hermosas cuentas y mucho más. Comience por el principal mercado de artesanía, el Mercado Artesanal La Mariscal, donde sin duda encontrará todo lo que busca cada día de la semana.
Pero no se pierda los nichos de mercado más pequeños donde puede encontrar productos únicos o especiales. Tómese su tiempo para visitar los puestos emergentes del Parque El Ejido, que tienen lugar todos los fines de semana. Y el mercadillo de Tianguez, en el casco antiguo, conocido por sus productos de comercio justo.
10. Dar un paseo dominical en bicicleta por el Ciclopaseo de Quito
Si quieres vivir la ciudad andina desde una perspectiva completamente diferente, participa en el Ciclopaseo. Se trata de un esfuerzo bastante inspirador para mantener a los quiteños activos; una tradición en la que todos los domingos, desde las 8 de la mañana hasta las 2 de la tarde, se cierran las principales carreteras en dirección norte y sur. El resultado es una ruta ciclista informal y sin coches que recorre 17 millas a través del centro de la ciudad, normalmente abarrotado. Es la manera perfecta de mezclarse con los lugareños y experimentar la cultura especial de Quito. Sólo tienes que coger una bicicleta, tus patines o incluso un cochecito de bebé y participar en este ritual dominical que se celebra desde hace casi 20 años.
11. Comer la ecléctica comida callejera ecuatoriana
Hay algunos platos muy singulares para probar en Quito, y la mejor manera de conseguir una versión auténtica es en la calle. Sólo hay que esperar a los fines de semana y dirigirse a los mercados al aire libre como hacen los lugareños.
Si quieres comer tripa mishki (intestinos de ternera a la parrilla) o gautita (sopa de cacahuetes con estómago de ternera), ve al Parque Genaro Larrea o al Parque José Navarro. Para el pescado y las patatas fritas de Ecuador, el Mercado Santa Clara es el lugar al que hay que ir. Para todo lo demás, el Mercado Central tiene todos los clásicos como empanadas, llapingachos, chicarrón y salchipapas, y mucho más, todos los días a todas horas.
12. Paseo por el Jardín Botánico de Quito
Algunos lo llaman el Edén de Quito, y quizá sea un digno testimonio de los 200.000 metros cuadrados dedicados a cuatro ecosistemas y 1.200 especies de orquídeas. Es el lugar perfecto para pasar un día de lluvia y maravillarse con la majestuosa vida vegetal. El Jardín Botánico de Quito se encuentra en el Parque La Carolina y ofrece exposiciones especiales sobre las rosas ecuatorianas y las plantas medicinales regionales. Dependiendo de lo mucho que le guste la vegetación, puede pasar aquí una hora o medio día.
13. Montese en el tranvía histórico de Quito
Una forma inolvidable de ver los principales lugares de interés de la ciudad es el recorrido en tranvía de 1914. En un guiño al transporte de la ciudad de hace cien años, se recoge a los huéspedes frente a su hotel y se les sube a un encantador tranvía rojo. La visita guiada se ofrece en inglés y lleva a los pasajeros por toda la ciudad en unas cuatro horas. Una forma realmente emblemática de ver y fotografiar los principales lugares de interés, incluso si sólo tiene 24 horas en la ciudad.
14. Arte y cultura en los museos de Quito
Si le gustan los museos, Quito es un paraíso para los amantes del arte y la cultura. Con más de 60 museos, puede pasar semanas entrando y saliendo de las galerías. Encontrará de todo, desde pintorescas colecciones ocultas hasta extensas instituciones de categoría mundial. Sin embargo, empiece por uno de los museos más populares de Quito, La Capilla del Hombre. Es un museo dedicado a la arquitectura, el arte y la historia, inspirado por el artista contemporáneo local Oswaldo Guayasamín.
Otros museos que merece la pena visitar son el Museo Nacional de Ecuador, el Museo de la Ciudad, el Observatorio Astronómico de Quito y el Museo Numismático del Banco Central de Ecuador.
15. Visita el Estadio Olímpico de Atahualpa
El fútbol es una parte importante de la cultura ecuatoriana, y no hay mejor manera de sumergirse en ella que un partido en el histórico Estadio Olímpico Atahualpa. Inaugurado en 1951, ha desempeñado un papel fundamental en los partidos de la ciudad y del país, incluidos los clasificatorios para el Mundial de Clubes de la FIFA. Asegúrese de llevar los colores ecuatorianos, amarillo, rojo y azul, y prevea pagar entre 30 y 65 dólares por entrada. Te espera mucho ruido, una multitud bulliciosa, cerveza a raudales y mucha comida callejera ecuatoriana.