Malí es un país lleno de misterios y fascinación. En el corazón de África, este lugar es conocido por su diversidad cultural, sus monumentos históricos y sus paisajes naturales. Desde el majestuoso Río Níger hasta las antiguas ciudades de Tombuctú y Djenné, Malí ofrece una experiencia turística única y emocionante. En este artículo, te presentamos las mejores cosas que hacer en Malí, para que puedas descubrir todo lo que este país tiene para ofrecer. Desde aventuras en el desierto hasta vistas impresionantes de la savana, Malí te sorprenderá en cada paso del camino. ¡Continúa leyendo para descubrir las cosas que no te puedes perder en tu próxima visita a Malí!
Cosas que hacer en Malí
1. Bandiagara Cliffs (Dogon Country)
No podemos hablar de Mali sin mencionar su Patrimonio de la Humanidad: los Bandiagara Cliffs en el País Dogón. Nos aventuramos en esta caminata sin imaginar cuán espectacular sería. A pesar de lo difícil que es el acceso y de las largas caminatas, las vistas panorámicas de los barrancos y las antiguas casas de los tellum valieron la pena. Fue un contraste interesante ver cómo nosotros, equipados con todo lo necesario para el viaje, convivíamos con gente local que se movía con una ligereza envidiable. Pero lo más valioso de esta experiencia fue la amabilidad de la gente que nos rodeaba, siempre dispuesta a ayudar en lo que necesitábamos.
Si te preguntas qué lugar de Mali no puedes perderte, te recomendamos Bandiagara Cliffs en el País Dogón. Lo que hace sorprendente este sitio es su autenticidad. No es un lugar turístico por excelencia, pero en cambio, te brinda sensaciones únicas e inolvidables. Es un lugar donde la historia y la cultura local se fusionan y te dejan admirado ante la belleza que se encuentra a tu alrededor.
A pesar de las advertencias de viaje en la región, queríamos demostrar que Mali es un país seguro. Hicimos trekking en los Bandiagara Cliffs con un operador turístico local y nos asombramos con la belleza del paisaje verde que nos rodeaba en temporada húmeda. Fue una experiencia de otro mundo ver las antiguas casas y graneros de tellum. Los pueblos a lo largo del camino eran incluso más especiales, con gente acogedora dispuesta a compartir sus costumbres y su artesanía. Si bien es cierto que la región no es para todos y quizás no resulte cómoda para aquellos acostumbrados a las zonas urbanas, para nosotros fue un tesoro que descubrimos y que no olvidaremos.
2. Bamako City Centre Market
El mercado del centro de la Ciudad de Bamako es una parada obligatoria para aquellos que quieren experimentar la verdadera cultura de Malí. A pesar del ajetreo y del calor asfixiante, la experiencia vale la pena. Los vendedores son respetuosos y no son agresivos en sus ventas, lo que hace que el paseo sea más tranquilo y sin tanta presión. Sin embargo, es recomendable tomar medidas contra los ladrones y llevar sólo lo necesario.
Nos encanta recorrer los mercados africanos y el mercado central de Bamako no es la excepción. Ver a la gente amable y ocupada vendiendo una gran variedad de artículos es una experiencia única. A pesar de que el mercado puede ser muy concurrido, es una oportunidad para sumergirse en la cultura local y obtener souvenirs auténticos. Es importante estar preparado para el calor y llevar suficiente agua para hidratarse.
Aunque el mercado del centro de la Ciudad de Bamako puede ser un poco abrumador para algunos, es una experiencia muy interesante para aquellos que verdaderamente aman a África. El mercado ofrece una amplia variedad de productos, desde hermosas telas hasta joyas de oro y plata, pero también es posible encontrar muestras de la rica historia y tradición de Malí en las copias de obras tradicionales que se venden en una parte del mercado. Aunque es recomendable evitar llevar niños y estar acompañado por un local de confianza, definitivamente es algo que no puedes perderte en tu visita a Bamako.
3. Parc national du Mali, Bamako
El Parc National du Mali es definitivamente un refugio verde y tranquilo en medio del ajetreo y el humo de diesel de Bamako. Es un lugar ideal para relajarse, tomar el té de la tarde en la encantadora Maison du thé, o jugar unas cartas rodeados de mucha vegetación. Nos encantó sentir la naturaleza tan cerca, lo que contrasta con el ambiente urbano de la ciudad.
La entrada del parque es accesible mediante una pequeña cuota, lo que lo hace atractivo tanto para las familias con niños como para aquellos con mascotas. El parque es muy limpio y tiene zonas de juegos para los niños. También cuenta con un pequeño bar para comer, lo que lo convierte en un lugar perfecto para disfrutar de un picnic en familia y pasar una tarde tranquila.
El parque es una excelente opción para pasar unas horas en Bamako. Te sorprenderá lo bien cuidado que está y lo verde que es, lo que hace que sea una zona ideal para observar aves y caminar. Además, justo en la entrada del parque se encuentra el Musee National de Mali, que no debes perder la oportunidad de visitar. Aunque no es muy conocido, el parque es parte de la cultura y la historia de Mali, ya que fue la capital de los Tuaregs y cuenta con más de 400 bibliotecas. Visitar el Parc National du Mali es definitivamente una de las cosas que no deberías perderte si estás en Bamako.
4. Great Mosque Of Djenné
La Gran Mezquita de Djenné es uno de los lugares más impresionantes que no puedes perderte si visitas Malí. Su arquitectura única de barro, propia de Mali, la hace parecer sacada de un cuento de hadas. Nosotros visitamos el mercado en un día de mercado, lo que lo hizo aún más espectacular. El entorno de la mezquita se llena de vida, de colores, sabores y música. Nos sorprendió que, siendo uno de los monumentos más relevantes del África subsahariana, lo mejor sea su entorno.
Logramos acceder al interior, lo que nos permitió entender por qué se mantiene día a día para que el tiempo no desaparezca una construcción única. La visita valió la pena tanto por dentro como por fuera. Una vez finalizada la visita, nos dirigimos al mercado frente a la mezquita. El mercado es único en su género y es el ambiente perfecto para adentrarse en la cultura maliense. Allí se puede encontrar de casi todo y es donde los habitantes de Djenne se reúnen, especialmente en los días de mercado. Lo que impresiona es la cantidad de gente y la variedad de tiendas que ofrece el mercado.
Si eres no musulmán como nosotros, no podrás ingresar a la mezquita por dentro. Sin embargo, esto no mengua la experiencia en lo absoluto. Por el contrario, fue uno de los sitios más impactantes de todo nuestro viaje por África occidental. La Gran Mezquita de Djenné es un lugar del Pacífico con una gente encantadora, extremadamente hospitalaria y acogedora.
La mejor hora para visitar la mezquita sin dudas es en la mañana, cuando la luz del sol ilumina su imponente estructura. Si bien es cierto que encontrarás dificultades para tomar fotos claras debido a la multitud de gente, niños incluidos, queriendo tener su foto especial en la mezquita, no dejes que esto te desanime en tu visita. La Mezquita de Djenné es una obra maestra de la arquitectura y realmente una visita obligada en Malí.
5. Djinguereber Mosque
Djinguereber Mosque es uno de los lugares más famosos de Timbuktu y un imperdible si estás en la ciudad. Tuvimos la oportunidad de ser guiados por un Gide que nos brindó una visita muy informativa y nos contó interesantes detalles de la historia del lugar. Además, desde el exterior la vista es simplemente impresionante. A pesar de que no pudimos acceder en su interior, el tiempo que pasamos observándola y tomando fotografías fue más que suficiente para apreciar su magnificencia.
Aunque no hay demasiadas opciones para hacer turismo en la legendaria ciudad, estuvimos encantados de poder disfrutar de estos lugares tanto como pudimos. Nos sentamos frente a la mezquita durante más de una hora para contemplarla desde un ángulo diferente y admirar su belleza. Como en muchos lugares de Mali, la seguridad es un tema sensible, por tanto, recomendamos preguntar antes de visitar la zona.
La mezquita Djinguereber es una hermosa y antigua construcción de adobe que ha resistido al paso del tiempo. El estilo arquitectónico es único y cautivador. Aunque no pudimos ingresar, recomendamos hacerlo para ver su interior espectacularmente adornado con arcos y pasillos altos que se iluminan con un tono dorado cuando el sol está bajo en el horizonte. Si bien han surgido problemas de seguridad en la zona en los últimos tiempos, esperamos que pronto se puedan solucionar para que los viajeros tengan la oportunidad de visitar este lugar impresionante.
6. Musee National de Bamako
El Musee National de Bamako es un lugar que genera opiniones encontradas. Algunos visitantes manifestaron que la entrada es demasiado cara para lo que ofrece el museo en su interior, y que el parque puede ser visitado sin problemas sin tener que pagar. Otros, por el contrario, destacan la modernidad y buena conservación de la colección de arte africano, que representa a todas las etnias que han poblado el país y brinda un recorrido por la historia de Malí. En nuestro caso, consideramos que la entrada es un poco elevada, pero que la visita vale la pena y permite conocer la cultura del país y su diversidad.
Uno de los puntos a destacar del museo son las réplicas de las construcciones emblemáticas de Malí que se encuentran en el exterior. Los jardines también son un lugar destacado para recorrer, con estatuas de animales africanos y un ambiente natural hermoso para disfrutar. No obstante, los vigilantes pueden llegar a ser algo molestos en determinados momentos, exigiendo pago por cada foto tomada. En conjunto, el jardín y las réplicas valen la pena ser visitadas, y se puede evaluar la opción de no ingresar al museo si el precio de la entrada parece demasiado elevado.
Para nosotros, el museo cuenta con todo lo necesario para ser una parada obligada en Malí. Tiene una variedad bien seleccionada de exposiciones, con una sala de textiles del país absolutamente maravillosa. Es cierto que se necesitará tiempo para recorrer todo el museo, que cuenta con tres alas diferentes, pero si se tiene el tiempo necesario, es una experiencia que no se debe perder. Además, hay una tienda de souvenirs en la que se pueden encontrar recuerdos interesantes y un café limpio para tomar un trago o descansar la vista.
7. Fort de Médine
El Fort de Medine es un lugar que no se puede perder si estás en Kayes. Construido por los colonos franceses en 1855, este sitio es un importante testimonio histórico de la época colonial. Aunque es un lugar emotivo, es interesante y educativo visitarlo, y nos permite aprender más sobre la historia de Mali. Es cierto que el sitio turístico más visitado de Kayes cuenta con la primera estación de tren de Mali, un cementerio militar francés y una torre de observación militar que ofrece una vista impresionante del río Senegal.
Uno de los aspectos más impresionantes del sitio es el gran Baobab que se encuentra en el lugar. Con 400 años de antigüedad, este árbol es el guardián silencioso de los tristes acontecimientos que ocurrieron allí. En nuestro recorrido por el fort, nos impresionó la tumba de Marie Duranton, la primera mulata de Mali, que falleció a los 16 años. Allí también se encuentra el antiguo mercado de esclavos, donde se pueden apreciar las terribles condiciones que tuvieron que soportar.
Aunque el Fort de Medine cuenta con un guía turístico obligatorio y una tarifa de entrada, la visita es muy recomendable. La restauración del lugar lo deja en muy buenas condiciones. Además, esta actividad nos da una valiosa oportunidad para aprender sobre la historia y la cultura de Mali. En resumen, el Fort de Medine es un lugar que no puede dejar de verse en Kayes para los amantes de la historia mundial.
8. Zoo National du Mali
Si bien el zoo de Bamako no cuenta con una gran cantidad de animales, los que tiene están en excelentes condiciones y en espacios amplios. Además, la entrada es bastante económica, lo que lo hace un lugar ideal para visitar y pasar una tarde tranquila caminando y disfrutando del paisaje. Solo hay que tener en cuenta que en algunas ocasiones, el bar dentro del zoo puede estar cerrado, por lo que es mejor llevar alguna comida desde casa.
A pesar de que en alguna ocasión no había animales en el zoo, en general, la experiencia es muy positiva. El recorrido está muy bien organizado y los cuidadores son muy amables y están bien informados sobre los animales que cuidan. De hecho, es posible conocer el historial de cada animal hablando con ellos. Esta es una oportunidad única de aprender más sobre la fauna de Malí y, tal vez, también ayudar a los niños a desarrollar un mayor respeto por los animales.
El zoo de Bamako es un lugar relativamente nuevo y bien cuidado. Los animales no parecen sufrir mucho y el lugar está impecablemente ajardinado y diseñado. Además, está ubicado muy cerca del Museo Nacional y el parque de Bamako, por lo que se puede hacer una visita completa a esta zona de la ciudad en medio día. En resumen, el zoo de Bamako es una buena opción para aquellos que buscan aprender más sobre la fauna de Malí y pasar una tarde tranquila en un lugar seguro y bien cuidado.
9. Tomb of Askia
La Tomba de Askia es un sitio histórico que se encuentra en la lista de patrimonios mundiales de la UNESCO desde 2004. Aunque las condiciones de seguridad en la región de Gao pueden no ser las más adecuadas para moverse libremente, este es un lugar que definitivamente merece la pena visitar. La arquitectura de la mezquita es impresionante y se construyó en 1495 por el rey songhaí Askia Mohamed, quien fue enterrado allí tras su muerte.
A pesar de que no tuvimos la oportunidad de visitar la mezquita interiormente, sí que pudimos conocerla desde el exterior gracias a un guía local que nos llevó al lugar desde donde se tenía la mejor vista panorámica de Gao. Desde allí tuvimos la oportunidad de ver el río Niger, así como la Duna Rosa al fondo del horizonte. El guía nos habló sobre la historia fascinante del mausoleo a cambio de una modesta donación.
Es cierto que la situación de seguridad en la región hace que sea especialmente tranquilo en el lugar, lo que nos permitió disfrutar del ambiente y la arquitectura de la mezquita con relativa tranquilidad. La ubicación exacta de la mezquita puede ser confusa, ya que la localización es incorrecta en la página web de la UNESCO, así que es bueno tener esto en cuenta al planear la visita. En definitiva, si te gusta la historia y la arquitectura, la Tomba de Askia es una visita que no puedes perderte durante tu estancia en Malí.
10. Cathedral of Bamako
La Cathedral of Bamako es un lugar icónico en la ciudad, siendo la única catedral en todo el país. Su hermosa arquitectura colonial de ladrillo nos transporta a la época de la colonización francesa. Sin embargo, al visitarla, es importante tener en cuenta que en ciertos horarios el acceso al interior está restringido por motivos de seguridad, pero los servicios religiosos son una buena oportunidad para conocer más de cerca este lugar. Asistir a una misa en su interior es una experiencia emocionante, especialmente gracias al coro que nos deleita con sus cantos en varias lenguas, incluyendo las del terroir maliense, francés e inglés.
Aunque este lugar es principalmente de carácter religioso, puede ser disfrutado por personas de cualquier confesión. Desde mi perspectiva, es fascinante ver cómo la población maliense, mayoritariamente musulmana, convive en armonía y respeto con esta pequeña pero estimable comunidad cristiana en el país. Además, su ubicación en el centro de Bamako, muy cerca de la estación de tren y del mercado, le da un ambiente muy animado a la zona, aunque puede ser un poco caótico en ciertas horas del día.
Visitar la Cathedral of Bamako es una experiencia única en Mali, ya que su historia y su arquitectura colonial son muy distintas a los demás lugares históricos del país. En cuanto a la desventaja, su acceso limitado al interior puede ser una decepción para quienes esperan ver más de cerca su decoración y estructura, pero entendemos que la seguridad es una prioridad en estos tiempos difíciles. En resumen, la Catedral de Bamako es, sin duda, un lugar interesante para conocer más sobre la cultura religiosa y arquitectónica de Mali.
Como equipo de expertos en turismo, esperamos que esta lista de 10 cosas para hacer en Malí te haya entusiasmado por explorar no solo la rica cultura y la fascinante historia de este país, sino también su impresionante paisaje natural y su vibrante vida urbana. Estamos siempre disponibles para responder cualquier pregunta que tengas, asesorarte en la planificación de tu viaje e incluso diseñar un itinerario personalizado para que tu experiencia sea única y memorable. ¡No dudes en contactarnos para planificar tus próximas aventuras en Malí!