Los porteños, como se llama a los habitantes de Buenos Aires, adoran sus espacios verdes. En cualquier día soleado, encontrará a la gente relajándose con la bebida nacional, el mate, tomando el sol, montando en bicicleta o paseando a su perro en uno de los 250 parques que hay en los límites de la ciudad. Como refugio del ajetreo de la gran ciudad, estos parques son un lugar estupendo para desconectar y conectar con la naturaleza (si es posible, visítelos en noviembre, cuando miles de jacarandas florecen de un impresionante color púrpura). Los ciclistas estarán encantados de saber que muchos parques cuentan con carriles bici que los atraviesan.
1. Paseo El Rosedal
También conocido como Bosques de Palermo, este parque de 63 hectáreas es el mayor y más importante espacio verde de la ciudad. Hay una rosaleda con más de 18.000 rosas, varios lagos (incluso se puede alquilar una barca a pedales) y un magnífico puente blanco que constituye un hermoso telón de fondo para los picnics; sólo hay que asegurarse de mantener la comida lejos de los gansos. El parque cuenta con numerosos senderos para peatones y ciclistas, y los fines de semana el principal sendero circular del parque está cerrado al tráfico. Cerca de la rosaleda se encuentra el Jardín de Los Poetas, con bustos de famosos héroes literarios, como Jorge Luis Borges y Dante Alighieri. El parque acoge con frecuencia eventos a lo largo del año, como música de jazz en directo y camiones de comida. El parque está abierto las veinticuatro horas del día, pero como en cualquier gran ciudad, se recomienda tener precaución por la noche.
2. Plaza Francia
La Plaza Francia, que es más un farol que una verdadera plaza, se extiende justo frente al Centro Cultural Recoleta, donde siempre se exhiben artes visuales y escénicas. Durante la semana es principalmente un lugar de picnic para los trabajadores en su descanso para comer, pero los fines de semana cobra vida con un mercado de artistas de tamaño medio.
3. Reserva ecológica
Esta reserva ecológica situada en el extremo oriental de la ciudad, junto al río (en el elegante barrio de Puerto Madero), es el lugar perfecto para los amantes de los animales. A pesar de estar a pocas manzanas del centro financiero de la ciudad, uno se siente completamente alejado de ella. La reserva alberga iguanas, zorros y más de 200 especies de aves. (Si viaja con prismáticos, debería deshacerlos ahora). Se pueden alquilar bicicletas en la entrada del parque.
4. Las Barrancas de Belgrano
Este parque verde situado en las colinas del lujoso barrio de Belgrano es muy popular entre los paseadores de perros y los excursionistas del barrio. Está plantado con altísimos árboles que protegen el parque del ruido y el tráfico. Por la noche, se celebran milongas al aire libre y conciertos folclóricos de lo más divertidos, donde los lugareños practican sus habilidades de baile.
5. Parque Centenario
Construido en 1910 para conmemorar el centenario de la independencia argentina, es uno de los mayores parques de Buenos Aires. Los fines de semana, multitud de lugareños acuden a Caballito para pasear por el lago artificial o beber yerba mate bajo los jacarandás. Si busca ropa barata o artículos para el hogar, los encontrará en el mercadillo de fin de semana del parque. También hay muchos vendedores de libros de segunda mano. No deje de planificar una visita al Museo de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia (abierto todos los días de 14 a 19 horas), situado en un extremo del parque.
6. Jardín Botánico Carlos Thays
Muchas calles de Buenos Aires están bordeadas de árboles, pero en este parque sombreado cerca de Plaza Italia, están divididos en pequeñas y bonitas categorías y etiquetados. Más de 5.000 especies vegetales pueblan el jardín, desde el ceibo autóctono hasta el níspero chino. Hay un museo de botánica, varios invernaderos de cristal repartidos por el recinto y una biblioteca dedicada al estudio de las plantas perennes. Pero el parque es probablemente más famoso por su gran comunidad de gatos, que son protegidos y queridos en el lugar. Pregunte a un lugareño cómo llegar al «parque de los gatos» y sabrá inmediatamente a qué parque se refiere.
7. Jardín japonés
El Jardín Japonés es probablemente el lugar más bello de la ciudad y está situado en la esquina noreste de los grandes Bosques de Palermo. Se trata de un hermoso jardín que fue creado en 1967 por la Embajada de Japón como regalo a la ciudad. Cuenta con un estanque koi, una pequeña y pintoresca isla, árboles bonsái, puentes y pabellones de estilo japonés, un centro cultural japonés y un restaurante de sushi. El parque está gestionado por la Fundación Cultural Argentino-Japonesa y abre todos los días de 10 a 18 horas (el restaurante está abierto hasta la medianoche para cenar). La entrada es de pago, pero todo lo recaudado se destina al cuidadoso mantenimiento del parque, lo que hace de este lugar un verdadero santuario.
8. Parque Lezama
La mayoría de los turistas vienen a San Telmo por el mercado dominical, pero se pierden uno de los parques más antiguos de la ciudad. Popular entre los lugareños, el Parque Lezama está abierto las 24 horas del día. El Museo Histórico Nacional se encuentra en el lado oeste del parque y en el lado norte (calle Brasil) están las cúpulas azules brillantes de la Catedral Ortodoxa Rusa de la Santísima Trinidad. El parque es ideal para ir a dos bares históricos cercanos, el Bar Británico y El Hipopótamo, para probar el fernet, un licor italiano que encanta a los argentinos. Después de la bebida, puedes pasar una tarde de relax en el parque.
