Ubicado en la región vinícola más importante de España, Laguardia es un destino perfecto para los amantes del vino. La ciudad, situada en el País Vasco y rodeada de colinas verdes y viñedos, es conocida por su patrimonio enológico y sus bodegas centenarias. En este artículo, te llevaremos en un recorrido a través de las mejores bodegas y viñedos de Laguardia, donde podrás degustar algunos de los vinos más exquisitos y aprender sobre el proceso de producción y las tradiciones locales. Acompáñanos en este viaje a través de la historia y la cultura del vino en Laguardia.
Bodegas y viñedos en Laguardia
1. Bodegas Solar de Samaniego
Descubre los mejores viñedos y bodegas de Laguardia con una parada obligatoria en las Bodegas Solar de Samaniego. Esta bodega ofrece una experiencia encantadora y educativa, gracias a Marta, la guía de la visita, quien te sumergirá en su mundo y te transmitirá su pasión por el vino. Además, el servicio brindado por Víctor, el camarero, cocinero y maitre, es excepcionalmente amable en todo momento, lo que garantiza que te sientas como en casa durante tu visita.
La visita guiada es súper recomendable y muy fuera de lo común. Marta hace que la experiencia sea muy agradable y te traslada a través de los murales de los depósitos que son impresionantes. Te impactará la atención y la explicación acerca de cada detalle en el proceso de elaboración de sus vinos. Los depósitos con los murales que poseen son impresionantes.
La bodega también cuenta con un comedor, que te impresionará aún más con las hermosas vistas a la Sierra de Cantabria. En nuestra experiencia, este lugar es perfecto para disfrutar de una cena acogedora y degustar una gran variedad de vinos. La atención y el servicio durante la cena son inmejorables y hacen que tu experiencia sea inolvidable. Aunque algunos visitantes han dejado comentarios sobre la calidad del menú, para nosotros la calidad y presentación de los platos fue excelente. Sin duda, la próxima vez que visitemos Laguardia, haremos una parada obligada en las Bodegas Solar de Samaniego.
2. Bodegas Campillo
Desde nuestro punto de vista, la visita a Bodegas Campillo es una de las experiencias más completas y atractivas que se pueden vivir en toda la región vitivinícola de Laguardia. Sus instalaciones modernas y acogedoras resultan una delicia en contraste con la tradición que rodea al vino. La guía Sandra es excepcional, y aunque hemos leído que todos sus guías son muy buenos, su toque personal y su pasión por el vino hacen que la visita sea mucho más que una simple explicación.
La variedad de los vinos ofrecidos en la cata es impresionante, y los conocimientos y sugerencias del personal son muy útiles para quienes no están familiarizados con el tema. Además, la calidad de los vinos es excepcional y no hay mejor manera de disfrutarlos que en el lugar donde se producen.
Como única desventaja, aunque no es precisamente culpa de la bodega, es que si se tiene que conducir después de haber disfrutado de la cata, conviene ser prudentes y tener en cuenta que los vinos son de alta graduación. En todo caso, la visita a Campillo es completamente recomendable y una opción ideal tanto para quienes buscan una experiencia turística completa como para los amantes del buen vino.
3. Bodega Casa Primicia
Nos encantó visitar la Bodega Casa Primicia durante nuestro paseo por Laguardia. El pueblo en sí es mágico con su ciudad fortificada y sus vistas espectaculares, pero esta bodega tiene algo especial. La visita guiada fue muy amena e interesante gracias a la encantadora Elena, quien nos explicó la historia de la bodega y del pueblo enmarcado en su contexto general. Descubrir los antiguos lagares y calados, y ver los toneles nos hizo sentir parte de la propia historia de Laguardia.
A nosotros nos gustaron muchísimo los vinos que probamos, aunque sabemos que puede ser una cuestión de gustos personales. Además, la degustación venía acompañada de un pequeño aperitivo que le daba un toque especial a la experiencia. La comida al aire libre en el entorno de los viñedos en Carravalseca es impresionante, con una parrilla excelente y una atención genial por parte de los camareros.
En definitiva, recomendamos esta bodega al 100%. La visita fue muy entretenida y educativa, el guía muy atento y simpático, y nos llevamos a casa unos vinos que no olvidaremos fácilmente. Si estás planeando una visita a Laguardia, no puedes perdértelo.
4. Bodega El Fabulista
La visita a Bodega El Fabulista puede ser una buena opción si estás buscando pasar un rato en las cuevas, rodeado de la historia de la producción de vino en Laguardia. A pesar de que la visita turística es bastante comercial y un tanto rápida, la cata de 2 vinos es una parte interesante, que incluye una explicación detallada de cómo hacerla correctamente. Además, te ofrecen queso, chorizo y palitos del pan para acompañar la cata, lo cual es sin duda una ventaja en comparación a otras bodegas.
Un aspecto que no nos encantó de esta visita es que parece que la bodega está más enfocada en el turismo que en la producción real de vino, lo que hace que el recorrido por las cuevas sea bastante corto y apenas se vea evidencia de la elaboración de vino en los depósitos o barricas. En este sentido, si buscas una visita más técnica para aprender sobre el proceso de producción de vino, Bodega El Fabulista no sería el lugar adecuado.
Sin embargo, a pesar de estas pequeñas desventajas, esta bodega tiene mucho encanto y merece la pena ser visitada, especialmente si estás buscando algo un poco diferente de las típicas visitas a bodegas. Además, el hecho de contar con un guía como Antonio -que es muy cachondo y explícito- hace que la experiencia sea más interesante y entretenida. En definitiva, diría que es una visita bastante recomendable si estás buscando un recorrido por una bodega con encanto.
5. Bodega Torre de Oña
Hemos visitado la Bodega Torre de Oña en Laguardia y nuestra experiencia ha sido inmejorable. Desde que llegamos, nos recibió Melissa, una profesional encantadora que nos hizo sentir como en casa. La bodega nos pareció espectacular, moderna, limpia y cuidada al detalle. Los edificios, los viñedos y las vistas son impresionantes, definitivamente un lugar para visitar. Además, la cata de vinos a un precio asequible es la oportunidad perfecta para probar excelentes vinos como el Martelo, nuestro favorito.
El comedor de la bodega es precioso y cuenta con unas vistas magníficas a los viñedos y la Sierra Cantabria. Tuvimos la suerte de probar la menestra de verduras, ¡espectacular! Además, el precio es adecuado considerando la calidad de la comida y el lugar. Sin duda, volveremos para disfrutar de la experiencia de nuevamente.
La Bodega Torre de Oña es un ejemplo perfecto de «vino de finca» en la Rioja, elaborado exclusivamente a partir de sus propias uvas. Ubicada en un enclave privilegiado en el pueblo de Páganos-Laguardia, cuenta con 65 hectáreas de viñedo y una bodega impecablemente cuidada. Incluso las tradiciones más ancestrales, como el trasiego a la luz de la vela, se combinan con las últimas tecnologías. Además de la visita a la bodega y la cata de vinos, destacamos la amabilidad y conocimiento del personal, especialmente de Ester, quien con sus explicaciones y pasión por la bodega, hizo que nos enamoráramos del proceso. Recomendamos totalmente esta bodega para una experiencia única en la Rioja.
6. Bodegas Carlos San Pedro Pérez de Vinaspre
Uno de los lugares que no puedes perderte al visitar Laguardia es la Bodega Carlos San Pedro Pérez de Vinaspre. Aquí podrás disfrutar de una visita guiada que te llevará a conocer la historia de las cuevas de Laguardia y a visitar las suyas propias, lo que hará que la experiencia sea muy especial. Además, te encantará la cata de los excelentes vinos que tienen en su haber, con un trato muy profesional y familiar. Recomendamos 100% esta visita y cata, ya que fue una experiencia inolvidable.
La bodega es pequeña y familiar, pero esto no le quita nada de encanto. De hecho, esto hace que la experiencia sea mucho más auténtica y cercana. Además, el hijo de la dueña nos explicó todo el proceso y atendió a todas nuestras preguntas, lo que resultó en una visita muy completa y enriquecedora. Pero lo mejor de todo fue poder probar los vinos, que eran muy ricos y deliciosos. Y todo ello en el marco de un pueblo precioso llamado Laguardia, que merece la pena visitar solo por su belleza.
Es verdad que, en algunos casos, la experiencia no es del todo buena, como el caso de una visita donde se llegó con retraso y el trato inicial no fue acogedor. Sin embargo, en general, la mayoría de los usuarios que visitaron esta bodega remarcan el excelente trato que recibieron y lo ameno que resultó el paseo. Las explicaciones que se ofrecen en la visita son claras y resultan muy didácticas, y además se cumple con todas las normas anticovid. En definitiva, creemos que esta bodega es un gran descubrimiento y la recomendamos encarecidamente.
7. Bodegas Ysios
Si hay algo en común en todas las reseñas de Bodegas Ysios es que su edificio de diseño espectacular no pasa desapercibido para nadie. Al llegar, la vista del edificio nos dejó sin palabras. Desde lejos, se puede observar cómo su diseño moderno se integra perfectamente en el entorno de la sierra de Cantabria. La experiencia de visitar esta bodega es algo que recordaremos siempre, aunque algunas opiniones no sean tan positivas como la nuestra.
En cuanto a la visita guiada, parece que hay opiniones muy divididas. A algunos visitantes les pareció decepcionante el trato recibido y la falta de detalle en la explicación del proceso de elaboración del vino, mientras que para otros la cata de vinos fue excepcional. Nosotros tuvimos la oportunidad de probar sus 5 vinos junto con una tapita de jamón, y quedamos muy satisfechos con el servicio y la atención recibida. En nuestra opinión, el precio es justo y acorde con la calidad de los vinos que se degustan.
Sin embargo, hay visitantes que opinan que la relación calidad-precio no es lo suficientemente buena en Bodegas Ysios. Es cierto que algunos de ellos esperaban ver más de la bodega y conocer todo su proceso de elaboración, pero por el contrario, sólo tuvieron la oportunidad de ver la sala de barricas. En cualquier caso, creemos que aunque no se visite toda la bodega, merece la pena acercarse a verlo y disfrutar de la fantástica arquitectura de Santiago Calatrava.
En general, podemos decir que nuestra experiencia en Bodegas Ysios fue muy positiva. Aunque algunas opiniones no sean tan buenas, no podemos dejar de mencionar la exquisita atención que nos brindó María, quien nos enseñó las barricas y nos hizo sentir como en casa. Sin duda, recomendamos dar una oportunidad a esta bodega para disfrutar de la naturaleza, una buena cata de vinos y, por supuesto, un edificio de ensueño que se puede admirar desde cualquier punto de la zona.
En resumen, hemos explorado algunos de los mejores viñedos y bodegas que se encuentran en Laguardia, un lugar que sin duda merece ser visitado para probar sus deliciosos vinos y conocer un poco más sobre su cultura del vino. Si deseas obtener más información sobre esta región, no dudes en comentar y compartir tus experiencias. ¡Nos encantaría escuchar tus recomendaciones y opiniones sobre los mejores viñedos y bodegas de Laguardia!
